ELECTROESTIMULACIÓN. Consiste en el uso de corrientes de media y baja frecuencia para tonificar la musculatura y actuar sobre la degradación de las grasas.
TERMOESTIMULACIÓN. Con el calor actuamos sobre el metabolismo celular acelerándolo, con lo que favorecemos el consumo y degradación de los depósitos grasos.
ELECTROPORACIÓN. Es la utilización de corrientes de media frecuencia modulada, para estimular aparición de poros en la piel y en la membrana celular, con lo que favorecemos la penetración de los principios activos.
Cada sesión consite en colocar unas placas especialmente diseñadas, que nos permiten aplicar corrientes y calor al mismo tiempo. Se sitúan en las zonas de aplicación utilizando a la vez un gel de contacto específico.